DEL PRIMERO DE MAYO AL DÍA DE CANARIAS. Lamentablemente, un año más, nada tenemos que celebrar.

En una época de sumisiones y de descarado oportunismo político se siguen acumulando y profundizando los graves problemas que aquejan a este archipiélago africano.  Problemas enraizados en nuestra cuestión colonial y que se desenvuelven al calor del caciquismo insular y regional[1].

Cada clase social con sus elementos culturales y con aquello que la define. Esta clase dominante que detenta el poder en las instituciones canarias sí tiene poderosas razones para brindar y también tiene la bebida. A razón de su naturaleza y de los males que genera en esta tierra brinda con Whisky inglés y con Ron Cacique.

El pueblo gomero, sin motivos de celebración, continúa elaborando de forma artesanal miel de palma y parra para cuando llegue el momento de su celebración[2].

Y, a pesar de la tradicional usurpación de la celebración del 1º de mayo por parte del caciquismo gomero, también continúa forjando a una nueva generación de mujeres y hombres continuadora del legado anticaciquil donde los estandartes democráticos han pasado de mano en mano.[3] Una nueva generación que ha tenido el altísimo honor de celebrar esta fecha y levantar la bandera anticaciquil consecuentemente con las dignas tradiciones históricas de nuestro pueblo, de nuestra clase trabajadora. Y llegados a este punto nos reafirmarnos en la idea de que sólo nos inspiran los más nobles valores e ideales del ser humano y un rechazo absoluto a las acusaciones vertidas por el último colombino en la ermita de Las Nieves apelando al odio como motivación de la lucha política. No puede entenderse este exabrupto sino como una desesperada y mezquina reacción instintiva de quien se cree cargo público imprescindible en esta isla. Nos referimos expresamente al máximo exponente del caciquismo insular sin caer en la errónea tentación de individualizar el fenómeno, concibiéndolo como el dominio total de una oligarquía, en lugar de verlo como el dominio total de un dirigente político. No tiene méritos ni virtudes para eso. Es un sistema oligárquico servido por toda una larga jerarquía de unos pocos técnicos, algunos intermediarios, muchos parásitos y muchísimos correveidiles.

Vamos a conjugar el verbo: No odiamos a ningún gomero ni a ninguna gomera. No se nos podrá jamás endosar sentimientos tan miserables y, en cualquier caso, únicamente se podrá afirmar que sí odiamos las injusticias, que nos produce auténtica repulsa las listas negras de empleo, que combatimos con todas nuestras fuerzas la corrupción y que no comulgaremos jamás con las humillaciones y las mentiras que practica quien gobierna en la institución insular. Por estos caminos políticos vendrán los profundos cambios sociales que arrancarán de raíz el avezado caciquismo gomero y erradicarán definitivamente los persistentes males que sufre la población gomera ayudando con ello también al resto de la población de Canarias. Y lo haremos lejos de cálculos electorales, sin ambiciones personales ni profesionales.  Por tanto, el grupo político que gobierna en el Cabildo Insular de La Gomera sí podrá afirmar estas ideas cada primero de mes, durante todos los meses del año, en todas las ermitas de la isla. Tiene nuestra autorización.

Afortunadamente, aunque todos estemos hechos del mismo barro, lo importante será siempre el horno y la mano de la alfarera. De modo que:

Conservaré el viejo sacho de mi bisabuelo

mantendré afilada la podona,

 seguiré buscando tederas para echarle a la baifa

 y mantendré enarbolada la bandera de la justicia social

y los derechos históricos de mi pueblo.

Vamos a aplicar, brevemente y en lo más cercano, el materialismo dialéctico y el materialismo histórico para comprender la situación de nuestra isla en el contexto de Canarias y del Primero de Mayo.

Los tiempos cambian y los viejos problemas permanecen.

El viejo problema agrario, la gran propiedad de la tierra, concebido en el pasado como “el pozo de todos los males” deviene en estas últimas décadas en problema inmobiliario. Numerosos son los estudios y las investigaciones que señalan el nudo gordiano entre la gran propiedad del suelo, un capitalismo comprador y el caciquismo como perversa trilogía que ha potenciado irracionalmente un urbanismo alocado y sin fundamento[4]  y no pocos movimientos sociales, vecinales y ecologistas, cada vez más numerosos y organizados, que confrontan este “desarrollismo” desenfrenado, expansivo y depredador del territorio.

Mucho antes de estas publicaciones apuntaba Marx el origen de todos estos males y señalaba la necesidad de comprender el monopolio del suelo y la renta de la tierra en el agro y fuera del agro:

«El monopolio del suelo permite al terrateniente embolsarse una parte de esta plusvalía bajo el nombre de renta del suelo, lo mismo da si el suelo se utiliza para fines agrícolas que si se destina a construir edificios, ferrocarriles o a otro fin productivo cualquiera». (Salario, precio y ganancia). «La renta del suelo es la forma en la cual se realiza económicamente la propiedad de la tierra, la forma en la cual se valoriza…. Esta suma de dinero se denomina renta de la tierra, sin que importe si se la abona por tierra cultivable, terreno para construcciones, minas, pesquerías, bosques, etc.»[5]

Para descender a nuestra realidad insular y contemporánea podemos aplicar este modelo teórico a una localidad turística como Playa de Santiago y observar cómo se ha desenvuelto este desarrollo urbanístico como ejemplo incontestable de la relación entre los grandes propietarios del suelo y la administración local en el negocio inmobiliario. Concretamente el papel desempeñado por una empresa de capital extranjero, Fred Olsen S.A., “capaz de urbanizar enormes extensiones de suelo gracias a su influencia sobre el Ayuntamiento de San Sebastián de La Gomera.”[6]

Y después de más de 30 años,

¿qué le ha quedado a la población gomera?

¿Qué tienen que celebrar los trabajadores y las trabajadoras de la isla?

Además de soportar las durísimas consecuencias de las cíclicas crisis económicas consustanciales a este modelo de desarrollo y el despilfarro ingente de recursos provenientes de la Unión Europea, del Estado español y del propio Gobierno de Canarias, ha tenido que convivir y mezclarse con los precarios y electorales planes de empleo que implementa el régimen insular. Algunos que lean esto tardarán bien poco en sacar el argumento del planteamiento demagógico, pero aquí todos sabemos que en esa doble contabilidad moral por un lado van formidables sumas de dinero y por otro, sucesivos planes de empleo sustanciosamente financiados que no tienen la meta de reducir el paro, sino crear una clientela de formación y colocación a través de los fondos para el desempleo, nutriendo con ello a los “agentes sociales” y con la finalidad de garantizar la “paz social”. La situación privilegiada de unos pocos.

Nada tiene que ofrecer el caciquismo gomero a la clase trabajadora de la isla. Se erige descaradamente como adalid de los trabajadores un día al año y los restantes 364 con Fepeco. A unos los mantiene en el aplastamiento y al otro lo “dimensiona”.

Estos trabajadores de los mal llamados planes de empleo son el eslabón más débil de la cadena caciquil. Nuestra simpatía y nuestra solidaridad. Frente a esos discursos conservadores emulando poses demagógicas, políticas destinadas a dignificar el empleo. Un empleo que sea de utilidad para el conjunto de la sociedad gomera y para el propio trabajador. Un trabajo verdaderamente útil y estable.

¡Cuánto veneno destila la gran propiedad de la tierra embarcada en los negocios inmobiliarios!

Y todo eso tiene su reflejo en todas las esferas de la vida política, social, cultural y hasta espiritual. ¡Por eso es tan importante mostrar la subsistencia de esa gran propiedad en la base económica y en la superestructura política e ideológica! Importantes capas de la sociedad gomera se encuentran todavía bajo la influencia ideológica del caciquismo. De ahí la importancia de ponerla al descubierto y combatirla, poner al descubierto lo que es democrático de palabra, pero reaccionario en los hechos.

En los próximos meses escucharemos hasta la saciedad los términos de cambio y de regeneración política. Pero algunos consideramos que en La Gomera ese pretendido cambio es a la democracia lo que el injerto a la raíz del árbol.

Un planeta en ebullición, con gravísimos problemas amenazando a la humanidad entera, y, en una pequeña isla canaria en medio del océano Atlántico, un pueblo laborioso con cientos de años de historia caminando por estos riscos y estas lomadas observa desesperanzadamente como el futuro de sus hijos se antoja peor que el de sus abuelos.

Nosotros de forma rigurosa y científica intentamos relacionar el pasado con el presente, pero también tenemos la necesidad de estudiar el pasado desde los problemas del presente. A través de diversas investigaciones con enfoques multidisciplinares recorremos los caseríos más pobres y abandonados, conversamos y entrevistamos a toda persona que preserva desinteresadamente nuestras tradiciones de las irreparables pérdidas culturales, analizamos y concienciamos sobre los daños medioambientales, denunciamos todas las manifestaciones de corrupción y las relacionamos con la fuente de su nacimiento. Es nuestro propósito desarrollar una investigación social comprometida con nuestro pueblo que no se limite a cavar la superficie sino a buscar las raíces.  Y lo hacemos reivindicando nuestro legado cultural como armadura principal en este desierto ideológico, en este nuevo siglo de gran desorientación moral y de pérdida de referencias éticas. En estas décadas de Postmodernidad.

Se abren importantes y necesarias líneas de investigación a las que invitamos a todos aquellos gomeros y gomeras que quieran iniciarse en el análisis geográfico, histórico y en el estudio multidisciplinar de los inconclusos problemas que tiene planteada nuestra isla. Todo ello con la finalidad de poder conocer La Gomera: en su pasado, presente y ¿futuro?.

Algunos, hace rato ya, elegimos vivir demostrando para que más temprano que tarde podamos celebrar con dignidad el día de nuestra tierra y el día de una clase trabajadora libre de ataduras políticas y cadenas caciquiles.

Por la clase trabajadora, por el pueblo gomero, por toda Canarias.

Ese día brindaremos con gomerón.


Rayco Rodríguez Trujillo.

Fuentes:

[1] Un futuro trabajo, pendiente de publicación, sobre el caciquismo contemporáneo permitirá un análisis de las estructuras caciquiles desde abajo, que integre y comprenda una perspectiva conflictiva de la realidad social, frente al papel funcional y de utilidad pública que cierta historiografía viene atribuyendo al caciquismo con una intención claramente legitimadora.

[2] Poco tiene que celebrar la clase trabajadora gomera por el 1º de mayo y bastante menos veintinueve días después en esa fecha creada ad hoc sin ningún tipo de referencia histórica ni cultural.

[3] https://www.gomeranoticias.com/2022/04/23/iniciativa-por-la-gomera-ixlg-celebra-el-primero-de-mayo-reivindicando-la-lucha-contra-el-caciquismo/

Permanece vivo e inalterable el ejemplo del pueblo de Vallehermoso y de uno de sus hijos: Guillermo Ascanio.

“El problema máximo de La Gomera -denominador común de todas nuestras necesidades-es el mismo que tiene planteado España entera: inadecuada estructuración político-social. Y en su estado actual éste no es problema de gobernantes. Es problema de gobernados. No nos lo han de resolver desde arriba, sino que hemos de resolverlo desde abajo.” Guillermo Ascanio: “Los problemas gomeros”, Altavoz, 10 de septiembre de 1930, nº4

El que hace unos 90 años pronunció esas palabras, cumplió con su palabra. Nosotros también cumpliremos con nuestro deber porque hemos logrado comprender con perspectiva que las enormes tareas que tendría que enfrentar este pueblo en el presente hizo que muchas y muchos de nosotros nos estuviéramos preparando para ello desde las primeras letras.

[4] Sánchez Sanz, Carlos. Los nuevos amos de España. 2007, p. 139-140. Citamos textualmente:

«Este urbanismo alocado y sin fundamento… explica en buena medida el patrón de crecimiento de la economía española, que tiene indudables similitudes con el desarrollismo de las postrimerías del franquismo. La Fundación de Estudios Inmobiliarios ‑una entidad integrada en la patronal CEOE, y por lo tanto poco sospechosa de proponer ataques a la libertad de empresa‑ lo ha dicho de manera tajante: «Hemos llegado a tener un urbanismo financiero, que llamamos así porque se ha convertido en el principal medio de obtención de recursos de las Administraciones Públicas. El urbanismo se ha convertido en fuente del poder político y de financiación, al menos de las entidades locales, …»

[5] Marx, Karl. El Capital, III, Cap. 37.

[6] Jerez Darias, L.M: “La urbanización turística de Playa de Santiago: monopolización del suelo y planeamiento a la carta.” Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. V. 17, 2012.

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