Mujeres Ilustres de La Gomera I. Cesarina Bento Montesinos

Cesarina Bento Montesinos nació en Agulo de La de Gomera, el 29 de enero de 1844, en el seno de una de las familias dominantes de la época. Su padre, José Ramón Bento Peraza de Ayala, decide que la familia se traslade a Cuba cuando Cesarina solo cuenta con 9 anos de edad. En 1862 los Bentos están decididos a volver a la Gomera, pero la marcha se retrasará un ano, a causa de una dolencia que padece su padre Josefa Montesino. Finalmente salen de cuba en los últimos días de ocurre llegan a Cádiz en noviembre de 1863. En marzo de 1870 regresara a la Gomera.

Cesarina había escrito en Cuba los poemas iniciales que darían forma a su actividad poética posterior. No escapará a la influencia del paisaje cubano, ni a la belleza romántica de los avatares más dramáticos de la naturaleza.

De izquierda a derecha: Cesarina Bento Montesinos, José Ramón Bento y Peraza de Ayala, Josefa Montesinos Carrillo

Su obra poética se halla citada en nuestra literatura canaria, sin embargo, apenas es conocida globalmente. Para el público canario su obra se dio a conocer por Sebastián Padrón de Acosta en “Musa isleña: Anchieta …”, publicado en la Biblioteca canaria en 1940. Otra obra suya, “El asesino condenado a muerte” fue incluida por Elías Mújica en su antología de poetas canarios del Siglo XIX. Su más importante poema es el mencionado anteriormente “El asesino condenado a muerte “, que fue publicado en Santa Cruz de Tenerife por Elías Mújica García en “Poetas canarios, una colección de escogidas poesías de autores que han florecido en estas islas en el presente siglo”. También cabe destacar el libro intimista que publicó bajo el título “Libro de Cesarina Bento y Montesinos”. En su diario dice haber escrito varios libros en Cuba, se entiende que, en viajes posteriores, que permanecían inéditos, salvo el trabajo que había comenzado y que tituló „Las víctimas de un adulador”.

Su familia era de enorme raigambre y poder político, llegando a ser de las más ricos de la Gomera, hizo de mecenas de los más destacados viajeros que recalaban en la isla en aquellos momentos. El doctor Vernau fue uno de ellos, y dejó constancia en su crónica “Cinco años de estancia en las Islas canarias “, de los agasajos de que fue objeto por la familia de los Bento, en los pueblos de Hermigua y Agulo.

Cesarina Bento murió en Agulo el 13 de junio de 1910.

… el mar calmó mis dolores
con la brisa de ternura
que tiene toda hermosura
para templar los rencores.

Tagoror de Cultura de Tagaragunche -N°18 de la Revista Eseken

Fuente: Tagoror de Cultura de Tagaragunche. (2001). Cesarina Bento Montesinos. Eseken , n°18, otubre, noviembre y diciembre de 2001, pág. 4.

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