Desafíos Energéticos y Ambientales en La Gomera: Un Llamado a la Acción Política

La situación energética y ambiental en La Gomera presenta desafíos significativos que requieren una respuesta decidida y comprometida por parte de las autoridades políticas. La presencia de los obsoletos grupos generadores de la central eléctrica del Palmar, posiblemente causantes del incendio y el apagón que ha dejado a la isla durante días sin electricidad, según declaraciones del presidente del Cabildo de La Gomera, es una cuestión preocupante.[1] ¿por qué no se habían desmantelado aún estos grupos y puesto en pleno funcionamiento los 5 aerogeneradores Enercon E-82? [2]

La isla ha seguido dependiendo de equipos obsoletos que se encuentran en la central del Palmar, algunos desde el año 1987, sin que se haya llevado a cabo el reemplazo por sistemas modernos. Tanto Endesa como las autoridades no han actuado con la celeridad necesaria para abordar esta situación. (Imagen abajo: VUR= Grupos que ya han finalizado su vida útil regulatoria, OP=Grupos en operación).

Versión Inicial del Plan de Transición Energética de Canaria (PTECan). Parque de generación de categoría A

Es desconcertante que los aerogeneradores instalados en La Gomera apenas hayan generado más de 2MW de media desde su puesta en marcha, representando menos del 10% de la demanda energética y muy lejos de convertir a la isla en “100% sostenible capaz de exportar electricidad a las otras islas” tal y como se afirmó por parte de los políticos y ecoener. [3] En comparación, el parque de aerogeneradores en El Hierro, similar al de La Gomera con una potencia de 11,5MW, logra generar más de 6MW de media en un día de viento. [4]

Comparacion de demanda (MW) Izquierda: La Gomera con caída de red sobre las 03:00. Red Electrica Española [4]

El inexplicable mal funcionamiento de los aerogeneradores en la isla plantea serias dudas sobre la capacidad de alcanzar los objetivos de descarbonización establecidos para 2040.

El presidente del Cabildo ha señalado que la ley impide a Endesa restituir los grupos generadores de la central del Palmar, lo que lleva al envejecimiento y mal estado de estos, aumentando el riesgo de fallos y explosiones. Sin embargo, estas leyes junto a planes, como el de Transición Energética de Canarias (PTECan) [5], se establecieron con el objetivo de acelerar la descarbonización en las islas y sustituir equipos de combustibles fósiles por energías renovables, algo que no está ocurriendo aparentemente en La Gomera. Habiendo sido usados hasta hoy equipos Diesel obsoletos y unos aerogeneradores que no han llegado aún a sobrepasar el 10% de la demanda energética de la isla, lo que significa un gran fracaso para la sostenibilidad y una pésima planificación energética.

Es importante destacar que La Gomera sigue siendo la isla con menor producción de energías renovables en todo el archipiélago canario, un título que ha mantenido durante décadas.

Es imprescindible que los actuales políticos comprendan la urgencia de adoptar medidas para modernizar y fortalecer la red eléctrica, implementando fuentes de energía renovable, sistemas de almacenamiento y comunidades energéticas, entre otros. La adopción de estas soluciones podría prevenir futuros apagones como los recientes y, al mismo tiempo, lograr la autosuficiencia energética de la isla.

La autosuficiencia también reduciría la futura dependencia de La Gomera con Tenerife a través del cable submarino, evitando posibles cortes de suministro debido a la reducción de las centrales de combustibles fósiles también en esa isla. Esto, a su vez, contribuiría a avanzar hacia los objetivos de descarbonización establecidos para 2040, impulsando una transición energética más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

En conclusión, La Gomera enfrenta desafíos energéticos y ambientales que exigen una respuesta por parte de las autoridades y de las compañías eléctricas. La falta de implementación adecuada de energías renovables y la persistente dependencia de grupos generadores obsoletos han dejado a la isla vulnerable ante cortes de suministro y cuantiosas pérdidas económicas. Es fundamental priorizar en la implementación efectiva de soluciones energéticas y ambientales que aseguren el bienestar de la isla y sus habitantes para garantizar un futuro sostenible y resiliente.

El “lavado de cara sostenible” y el “ecopostureo” (greenwashing) son términos que se refieren a prácticas engañosas en las que las empresas o entidades intentan proyectar una imagen ambientalmente responsable sin un compromiso real hacia la sostenibilidad. [6]

Para abordar los desafíos ambientales, es esencial adoptar medidas concretas y efectivas en lugar de simplemente buscar una imagen de “ser verde” sin tomar acciones significativas.

Autor

  • Tomás Alonso Hernández

    Arquitecto por la Escuela de Arquitectura de Las Palmas de Gran Canaria. Master of Science en Stadtentwicklung – Smart City por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Viena. Técnico civil por la cámara de arquitectos de Viena. Experto en sostenibilidad y miembro consultor de la sociedad alemana para la construcción sostenible (DGNB). Ha colaborado en importantes proyectos internacionales como King Khalid Interchange (Riad) y proyectos en la Smart city Seestadt, para la actual ampliación de la ciudad de Viena.