EL DESPROPÓSITO DEL MODELO TURÍSTICO CANARIO

Formaciones políticas emergentes están pronunciándose en varios puntos entre los que destaca el Turismo. Porque está de moda hablar de algo que desafortunadamente preocupa, y mucho, a la sociedad canaria. El turismo preocupa, no como actividad humana indispensable en su concepción más humana, sino como consecuencia de su mala gestión durante décadas. Hemos tenido un gobierno de pactos esta última legislatura, con la cartera de esta importante fuente de ingresos en manos del partido gomero ASG, más preocupado por los negocios cortoplacistas y las campañas, mirando hacia afuera cuando la coyuntura no le era favorable, como lo fue la reciente pandemia, y la cortoplacista autocomplacencia cuando Canarias se ha convertido en destino refugio a posteriori por todas las variables que a nivel global azotan al planeta y han disparado las cifras del negocio turístico en Canarias.

Y en el camino, por esta gestión obtusa, se han descuidado todas las variables afectadas más allá del propio sector, que han acrecentado sus problemas de manera proporcional al aumento de la actividad turística, empeñada en manos de sus gestores, en pensar el Turismo como fuente de riqueza inagotable e inocua cuando las cifras cuantitativas les son favorables.

En estos cuatro años de gestión no se ha hablado de una verdadera estrategia a largo plazo. Ni la pandemia pareció enseñar nada cuando las cifras volvieron, aunque fueran coyunturales, a ser favorables. La dependencia del turismo, la sobreexplotación de los recursos naturales, la degradación del medio ambiente como consecuencia del turismo masivo, la falta de vivienda para residentes canarios, sólo ha visto implementar algunos proyectos hacia la transición ecológica por puro imperativo legal europeo. Es decir, llegó tarde y mal, pues carecía de intención y un proyecto trabajado y consensuado. Esto ha supuesto, una vez más, la constatación del negocio de unos pocos bajo el blanqueo de “políticas verdes” de cara a la galería: “ecopostureo” [1] dañando, como apuntan algunos eruditos, a la propia génesis de dichos conceptos verdes y su verdadero significado y aplicación deseables. Éstos debieron estar siempre en manos de expertos en la materia y no en manos de políticos que nunca han mirado a su tierra como una fuente limitada de recursos naturales, vulnerable, sino como fuente de sus negocios a alto nivel y de espaldas a la sociedad canaria.

Es innegable la fuente de ingresos de primer orden que supone la actividad turística en la islas, y el papel preponderante que tiene desde el punto de vista estrictamente económico. No se ha repensado otras fuentes de ingreso con recursos humanos y naturales que las islas proporcionan y que el monocultivo del Turismo eclipsa.

El sector Turismo es el que más daño produce a las islas por su alto impacto, con consecuencias irreversibles, a nivel social y ambiental, destacando la degradación del territorio canario, limitado y frágil, y la falta de gestión habitacional [2]. Entendemos que esto es debido al modelo de estrategia turística implantado en las islas, centrado en satisfacer una demanda infinita en ciertos periodos de temporada alta, sin entender una gestión global y estratégica que contemple proveer de vivienda a quienes, irónicamente, conforman el grueso de la mano de obra del sector; es decir, las políticas actuales tan mal gestionadas han desembocado en una situación insostenible.

Se han planteado nuevas viviendas sociales en zonas urbanas saturadas, deprisa y corriendo, sin ver resultados al término de la legislatura, en lugar de gestionar viviendas vacías de grandes tenedores, como fondos buitre, o sugerir rehabilitación, o en definitiva, gestionar mejor los cupos de viviendas vacacionales. Más al contrario, los últimos anuncios oficiales plantean como solución la expulsión de los residentes a las periferias urbanas [3], sin tener en cuenta, por ejemplo, cómo son las jornadas laborales en la hostelería, muchas veces mediante turnos partidos, horarios nocturnos, largas jornadas, etc. Hablamos, por tanto, de una actividad que requiere de la cercanía residencial para llevarlo a término en condiciones humanas dignas, más, si tenemos en cuenta el hecho de los bajos salarios, el encarecimiento del combustible y el transporte, etc.

En Canarias no se han abordado modelos de éxito para evitar guetos urbanos y la turistificación masiva, a la vez que solucionar el problema de la escasez de viviendas para los residentes acotando los cupos turísticos, tal y como se viene desarrollando en ciudades como Viena. En ésta, los apartamentos de Airbnb o Booking han sido regulados mediante la ordenación urbanística, la cual, desde 2018 se ejecuta de manera estratégica introduciendo la clasificación de “zonas residenciales” para evitar los alquileres a corto plazo y preservar el parque de viviendas. [4]

Además, el 25% de parque inmobiliario de la capital austriaca pertenece al Estado y se alquila como vivienda social, habiendo un 60% de apartamentos con límite de alquiler debido, también, a los subsidios otorgados a promotores de viviendas de nueva construcción. Asimismo, para evitar la formación de “focos de pobreza” o de guetos, este tipo de viviendas están repartidas por toda la ciudad, incluso en el muy turístico “primer distrito”. De esta forma, se integran a las familias con menos recursos y se genera una ciudad más social y justa, lo que reduce el índice de pobreza, de criminalidad e incrementa la calidad de vida, la cual, según la empresa internacional de asesoramiento Mercer, lleva siendo durante 10 años la ciudad con mayor calidad de vida del mundo. [5]

Sin embargo, Canarias tiene un gran déficit de vivienda pública, duplicando las viviendas turísticas a las sociales. La turistificación residencial, que cada vez se acentúa más, ha generado el encarecimiento del precio del alquiler y agudizado la pobreza en las islas. [6]

Por otra parte, no ha habido ninguna política ni estrategia seria de gestión de cara a la protección de nuestros mares de los residuos generados por la actividad turística. Al contrario, siguen existiendo vertidos ilegales, proyectos como las desaladoras que en ningún otro lugar del mundo interesa, y que, según expertos independientes, son una ventana abierta al cobro de comisiones por parte de políticos, por no decir las consecuencias negativas que suponen para el medio ambiente [7] y el alto coste para la ciudadanía. En añadidura a este despropósito, decir que en los últimos cuatro años se han incentivado proyectos desde la cartera de Puertos Canarios y Turismo, ambos pertenecientes al grupo gomero ASG, que atentan contra la fauna marina protegida, espacios arqueológicos y entornos pesqueros típicos de nuestra cultura canaria; proyectos afortunadamente abortados o en suspenso cautelar como Cuna del Alma o Fonsalía [8], gracias a la admirable labor de jóvenes y no tan jóvenes entusiastas ecologistas o simplemente canarios amantes de su tierra, conscientes de las consecuencias irreparables de proyectos que, nuevamente, miran al negocio de unos pocos a base de arruinar las arcas públicas y degradar nuestro entorno frágil y limitado.

  

REFERENCIAS

[1] C. d. e. e. i. Oroja, Junonia digital, 10 Diciembre 2022. [Online]. Available: Link 1

[2] A. D. Torres, Publico, 28 Octubre 2022. [Online]. Available: Link 2

[3] EFE, Canarias 7, 6 Abril 2017. [Online]. Available: Link 3

[4] Der Standard, 12 Agosto 2022. [Online]. Available: Link 4

[5] V. Lorin, Equal times, 22 Enero 2020. [Online]. Available: Link 5

[6] M. A. Montero, El Dia, 3 Enero 2021. [Online]. Available: Link 6

[7] J. Rodriguez, SER, 10 Marzo 2022. [Online]. Available: Link 7

[8] N. G. Vargas, El Diario, 11 Junio 2022. [Online]. Available: Link 8

Autor

  • Centro de Estudios e Investigaciones Oroja

    El Centro de Estudios e Investigaciones Oroja (CEIO) responde a la necesidad de dar cobertura a los estudios relacionados con La Gomera, atendiendo a la realidad social, económica, política y territorial de la isla. Se trata de un grupo en ciernes, conformado, por el momento, por geógrafos e historiadores, pero que deja abierta sus puertas a nuevos integrantes, a todas aquellas personas que tengan interés por realizar estudios sobre la isla. En este sentido, el CEIO se concibe como un órgano que fomente la investigación y la divulgación de sus resultados a través de distintas publicaciones y jornadas temáticas.